Hoy desde Nutrición Vitoria os dejamos una receta con una verdura de temporada : el puerro.Siempre os recomendamos que utilicéis productos que están en temporada en vuestros menús diarios, para aprovechar mejor sus cualidades y también porque tendrán un precio más ajustado y económico. Y ahora mismo es el momento del puerro, una hortaliza que en otoño e invierno tiene una mejor calidad, sabor y precio.
Cuando vayáis a comprar los puerros observad que el tallo sea blanco, recto y consistente. Que no tenga manchas o partes defectuosas. En la parte superior, las hojas estarán verdes y firmes, sin zonas amarillentas o descoloridas. Una vez en casa, se conservarán perfectamente en el frigorífico un par de semanas y unos 3 meses si los congeláis. Eso sí, luego os recomiendo cocinarlos sin descongelar, para que no pierdan sabor y textura.
¡ Buen provecho!
INGREDIENTES
- 4 puerros (parte blanca)
- 4 quesitos light
- 250 ml. de agua
- 200 ml. de leche desnatada
- 100 g. de jamón serrano
- 1 cebolla mediana
- 50 ml. de aceite de oliva virgen extra
- Sal (al gusto)
PREPARACIÓN DE LA CREMA DE PUERROS
- En esta ocasión solo utilizaremos la parte blanca de los puerros, por lo que cortaremos por la zona anterior a las hojas, donde apreciamos que el tallo empieza a tener un tono verde. Retiramos también la parte inferior o raíz, donde tiene esa especie de “bigotes”. La parte sobrante no la tiréis, podéis aprovechar las hojas para añadirlas a un caldo de verduras y el tallo en un sofrito.
- Pasamos los tallos blancos por agua debajo del grifo para limpiarlos y quitarles algún resto de tierra o suciedad que traigan. Los cortamos longitudinalmente en dos mitades y luego los troceamos en porciones de unos 2-3 cm de grosor. Reservamos.
- Pelamos la cebolla quitándole las capas exteriores y la picamos en juliana. En una cazuela vertemos un poco de aceite de oliva y sofreímos la cebolla 5 min a fuego medio, sin que llegue a coger color. Echamos un poco de sal para que suelte el agua, ayudando a que no se nos dore.
- Añadimos ahora los puerros, mezclamos y salteamos todo junto otros 5 min. Queremos que se vayan cocinando y ablandando antes de la cocción posterior.
- Vertemos el agua en la cazuela, de manera que queden cubiertos todos los ingredientes. Cocemos 20 minutos a fuego medio, echando un vistazo de vez en cuando para que no se nos quede sin líquido. Salamos al gusto en el momento que comience a hervir.
- Pasado el tiempo de cocción, retiramos del fuego la cazuela. Trituramos bien con la batidora, resultando una mezcla con textura de puré ligeramente espeso. En este punto, añadimos la leche y los quesitos desnatados y removemos en círculo. Comprobaremos como se va integrando perfectamente al resto y la crema adquiere ese característico color blanco. Con el calor que tiene la cazuela, dejamos 5 minutos para que siga haciéndose y cogiendo “cuerpo” nuestra crema. En función de vuestro gusto podéis añadir más o menos leche para conseguir el punto deseado, más suelta o más espesa.
- Par el toque final del plato vamos a preparar un sencillo crujiente de jamón serrano (o ibérico), que nos servirá para decorar, dar un toque de color y también aportar un contrate de texturas. Cortamos las lonchas de jamón en tiras finas de unos 5-6 cm. de longitud. Untamos una sartén con un poquito de aceite de oliva, con la ayuda de una brocha de silicona o un papel de cocina. Salteamos las tiras de jamón a fuego medio 2-3 minutos. Irán soltando parte de su grasa y cogiendo una textura rígida y crujiente. En ese punto, retiramos sobre un papel absorbente.
- Servimos la crema de puerros calentita en la mesa y decoramos con unas tiras crujientes en el plato o tazón de cada comensal.
Esperemos que os guste tanto ésta como el resto de recetas del blog (sencillas y saludables). Os recomendamos que podáis complementarlo con un/a nutricionista que os ayude a conseguir vuestros objetivos mejorando vuestra salud.
pero que buena pinta!!
Gracias¡¡ Ya me contarás si la pruebas¡¡ 🙂